El exceso de confianza vuelve a ser un dolor de cabeza para toda una familia. Una trabajadora del hogar venezolana aprovechó la intimidad y la libertad que le dieron para «morder» las manos de quienes les dieron un trabajo: buscó en toda la casa y robó $ 10,000 en un pequeño descuido.
Gracias a las cámaras de seguridad de la casa, el dueño de la propiedad pudo darse cuenta de que la colaboradora que fue aceptada como un miembro más de la familia, salió por la puerta principal con el botín.
¿Ella lo robó sola? Bueno, no, esta extranjera tendrá un cómplice: su pareja sentimental, él condujo a recogerla con el premio gordo entre sus pertenencias. Ambos están desaparecidos.
Según la víctima, apoyaron a la trabajadora para que trajera a una de sus hijas desde Venezuela. La ladrona acusada fue identificada como Ingrid Rojas y la policía ya está tras sus pasos.
Días antes de que ocurriera el robo, la denunciante indicó que había comentado en la familia que sacaría dinero del banco para darle a sus hijos, quienes disponían viajar a Ecuador a traer mercadería. Ella dijo que no se dio cuenta de que su propia empleada la podría traicionar.
La propietaria de la vivienda detalló que su hijo colocó los $ 10,000 en una caja pequeña, que no tiene seguro ni combinaciones de claves. Esto le facilitó el ‘trabajo’ a la venezolana.
La joven extranjera y su pareja, quienes han sido denunciados por sustraer la fuerte suma de dinero, viven en Surco, Lima. Efectivos policiales han recibido las imágenes de las cámaras de seguridad para realizar las diligencias respectivas y dar con el paradero de los acusados.